Como el siguiente día era nuestra vuelta, en un momento en que todos los compañeros de viaje estaban entretenidos facturando a la salida del hotel, Fioretta subió a mi habitación y me regaló una mamada como compensación por la noche pasada que no pudimos disfrutar.
Antes de llegar al aeropuerto intercambiamos nuestros teléfonos y otros datos de contacto.
De esto ya han pasado algunos meses, y en este tiempo yo he visitado Roma alguna vez y Fioretta ha venido a mi casa. No es que haya nada sentimental, pero hay mucho feeling entre ambos y sobre todo, muy buen sexo.
Anuncio